- - No, definitivamente no voy intentarlo. No puedo volar Nunca me he considerado una loca ni tampoco la más prudente del mundo, no me malinterpretéis. Pero hacía tiempo que había empezado a pensarlo, digamos que había sentido esa necesidad como de… volar. Cada mañana al despertar pienso en ello; en la sensación de dejar de sentir la pesadez de nuestro cuerpo que nos arrastra hacia el suelo, hacia lo mundano. Cada día las mismas vistas, mismas caras, mismos coches y mismos árboles. Cada día los mismos sonidos. Por un lado puede parecer una posición cómoda, he llegado a pensar que incluso la más cómoda, ¿qué necesidad tenemos realmente de volar? Puedo limitarme, e incluso acostumbrarme, a esta vida, supongo: moverme andando, qué más da si tardo más en llegar. Despacio, pisando siempre suelo firme, sin riesgos. Al final, salir de nuestra zona de confort no es tan importante, ¿no? Quiero decir, yo ya sé andar, puedo llegar a cualquier parte, ¿qué necesidad te