Deshaciéndome



Desdigo lo que no afirmé
afirmando una mentira.
Puedo escapar, reír, saltar,
pero no sé espantar viejas conocidas.
Me sonrío y me descubro echando de menos,
añorando lo que nunca tuve,
dando patadas a algunos recuerdos.
Me deshago y me imagino
viviendo en otra vida.
El problema no era morir
sino soportar el sufrimiento de vivirla.

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