Se limitaba a andar.
A forzar los finales tristes.
A desenterrar pesadillas.
A no aplicar sus propios consejos.
A volar.
Y despertaba cada día pensando en el tormento de tener que volver a abrir los ojos, al tormento de otro puñado de horas inútiles que tendría que vivir como si realmente le interesara algo la vida de pared, de fría y dura pared blanca. Como si soñase con algo más que soñar.
A forzar los finales tristes.
A desenterrar pesadillas.
A no aplicar sus propios consejos.
A volar.
Y despertaba cada día pensando en el tormento de tener que volver a abrir los ojos, al tormento de otro puñado de horas inútiles que tendría que vivir como si realmente le interesara algo la vida de pared, de fría y dura pared blanca. Como si soñase con algo más que soñar.
Comentarios
Publicar un comentario