Tránsfugas


Nos dejamos acaparar por las circunstancias y los sucesos que no controlamos. Los llamamos casualidad y seguimos adelante. Si nos gustan los guardamos, si nos desagradan los olvidamos. Sólo les damos nombre cuando los queremos, como una forma de retenerlos, de hacerlos nuestros. Como cuando el Principito domestica al zorro haciéndolo suyo, como cuando el zorro asocia los campos de trigo dorados con su pelo. Nos apropiamos de cualquier imagen convirtiéndola en recuerdo. 
"Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas". 
Simplemente éso, quedarnos el tiempo de la única forma en que nos es posible, como recuerdo

Como tránsfugas
huyendo siempre hacia delante
en una acelerada carrera
sin meta.

Como recuerdos
de olvidos de otras mentes
en otros ojos
en otros guiños.

Como nunca
si fuese suficiente.
Como tarde.
Como ausente
de recuerdos poseídos,
como preso de recuerdos inertes. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una mujer cualquiera