Los que quedamos


Reducimos el mundo a lo que captan nuestros ojos y nos dejamos llevar por la inercia de lo que crearon para nosotros. Sabemos que tras caer debemos levantarnos pero, aún más importante es, sobre todo, nunca caer. Nos quedamos tendidos sabiendo que, al fin y al cabo, la tierra seguirá  rotando. Aplazamos, esperamos, olvidamos, creemos ganar cuando perdemos. Y rotamos, eso siempre, por inmóviles que nos mantengamos. Decidimos mover el cuerpo y estancamos el alma.
Nos quedamos
como un verso dentro del beso
que nunca habremos rozado.
Perderemos, sí,
al final siempre nos queda eso;
La derrota y la pérdida
en el inexcusable pasar del tiempo,
en los suspiros de los nunca que un día pronunciamos,
en los anhelos de lo que nunca recuperamos.
Perderemos, claro,
como siempre.
Da igual si es luchando o cansados,
sin espadas ni castigos
sin líneas rectas ni versos.
Caeremos, sí, 
pero cuánto fuimos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una mujer cualquiera