El fin del mundo

Y si el fin del mundo, hoy, no tiene una guirnalda que colgarse al cuello
Y si llega y no nos pilla bailando.
Y si después de idas y venidas todo fue inútil
Y si la noche no nos pilla soñando.

Que quizá todo el polvo que recogí no servía para nada
Y las olas no mecían
Y las lágrimas no lloraban.
Que una vida cabía en una pizza, una cerveza, cada palabra.

Irte o quedarse sería para siempre indiferente.
Una cuestión de estilo y de ideas.
Qué impredecible es el aleteo de un corazón
Qué frágiles son las palabras
Que te quedas.

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