Roces de poesía



Nada me asusta más que pensar que puede llegar un día que todos los cielos me parezcan iguales, y no distinga el rojizo color del final de día de playa y versos, del naranja azulado con sabor a cerveza y matices de risas. 

Me aterra que un día mis grietas no encuentren consuelo entre líneas. Y escribamos sólo palabras y veamos sólo colores y perdamos cosas sin pensar en perdernos.


La seguridad de tus pasos
De seguir escalando
De haber visto la cima,
Del caminante que camina.

La seguridad de un verso
De Benedetti en cada esquina
De las ocho y cuarto
E inspirarse al atardecer,
De llenarse de tinta.

Y qué angustia pensar
Que cambio a cada paso 
Y hay palabras sin rima.
Que avanzar también aleja,
Hay caras que no recuerdas
Y las miradas se vuelven frías.

Y, sobre todo, qué angustia
Pensar que un roce ya
Puede no producirme poesía.

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